GÜÉJAR SIERRA

El municipio de Güéjar Sierra se ubica en la parte suoroiental de la provincia de Granada al noroeste de Sierra Nevada, del que forma parte, a 1.087 metros sobre el nivel del mar. Güéjar Sierra se ubica en la vertiente noroeste del Parque Natural de Sierra Nevada, a media ladera del cerro del Calar, a cuyos pies discurren las aguas del río Genil. Se trata de un pueblo de montaña dividido en tres barrios, con fuertes pendientes y arroyos de aguas cristalinas. De hecho, este municipio es el punto de partida de los principales senderos de media y alta montaña que suben a Sierra Nevada, como la Vereda de la Estrella. Güéjar Sierra se encuentra a 16 kilómetros de la Alhambra y a 25 de las pistas de esquí de Sierra Nevada, y en él se pueden practicar tanto paseos a caballo como senderismo o rutas en bicicleta Es además una de las cincuenta y dos localidades que componen el Área Metropolitana de Granada y limita al noroeste con los municipios de Qúentar y Dúdar, al oeste con Pinos Genil, al suroeste con Monachil, al sur con Capileira, y Dílar, al sureste con Trevélez, al este con Jérez del Marquesado, y al noreste con La Peza y Lugros, todos pertenecientes a la provincia de Granada. El término municipal, el mayor de la comarca de la Vega, tiene una extensión de 238,80 km², y gran parte lo ocupan el Parque Nacional de Sierra Nevada y el Parque Natural del mismo nombre. El núcleo principal, de igual nombre que el término, se sitúa al este del mismo, junto al Embalse de Canales, en la vertiente noroeste del Parque Natural. Cabe destacar que en Güejar Sierra nacen los ríos Genil, Guarnón y Real entre otros. Su población contaba con un total de 2.909 habitantes en el año 2.016, concentrada mayormente en el núcleo principal con 2.463 habitantes y el resto se distribuyen en el diseminado del municipio. El núcleo urbano conserva en algunos de sus barrios la típica arquitectura serrana. Y su entorno deja al visitante parajes y rincones de gran belleza ecológica, bosques de castaños y antiguas canteras de serpentina o jaspe verde, así como el antiguo trayecto del tranvía que subía a Sierra Nevada, plagado de túneles y puentes. Güéjar Sierra conserva parte del trazado del tranvía, que formó parte de un proyecto inacabado para conectar Granada con las altas cumbres de Sierra Nevada. El 21 de febrero de 1.925 se inauguró el primer tramo del Tranvía de Sierra Nevada, un nuevo sistema de comunicación que era fundamental para el acceso a Sierra Nevada y que de no ser por su abandono y destrucción a día de hoy cumpliría su 94 cumpleaños.

 

Güejar Sierra es de origen musulmán, estos le dieron el nombre de Qaryat Walyar y se alojaron al abrigo de dos fortalezas: una en el Cerro conocido como “El Fuerte”, Vistas general de los núcleos que componen Güéjar Sierra y la otra, de la que aún se conservan restos, situada en el Cerro del Castillejo. El Castillejo o “El Castillo de Linza” fue construido por los romanos durante los últimos años de su dominación, y apoderado por el árabe Amir-Ben-Abdalá al vencer a D. Tello de Castro, quién murió a las puertas del castillo (aproximadamente a finales del 711). Durante los próximos 780 años nada se sabe de esta fortaleza. En 1.498, y ante el importante gasto que suponía mantener las más de 100 fortalezas del Reino, se produce el abandono y posterior derribo de 17 fortalezas, una de ellas debía ser la de Güéjar. Pero la fortaleza no sería derribada a pesar de la orden real, ya que durante la revuelta mudéjar de 1.500 sirvió de refugio para 2.300 personas. La conquista del núcleo por los cristianos estuvo encabezada por D. Juan de Austria. Sin embargo dada la fama y el carácter de los lugareños, las autoridades granadinas idearon una estrategia para que D. Juan de Austria no se enfrentara directamente con los rebeldes. Así perdieron a la vanguardia por los entresijos de lo que hoy es el Barrio Alto, mientras la mayor parte de las tropas luchaban por la conquista de la ciudad. Dicha táctica fue frenada en un primer momento por la astucia de los moriscos, los cuales ante la imposibilidad física de vencer al enemigo, evacuaron a las mujeres y a los niños de la localidad, ellos se vistieron con los trajes y las túnicas de ellas. Cuando los cristianos atacaban a las indefensas moras se encontraban con un fiero morisco que ocultaba entre sus ropas la cimitarra o el arcabuz. Este episodio acabó con la victoria de los cristianos y la expulsión de los moriscos. La rendición de Güéjar debió ser el 25 de noviembre de 1.491 y junto con la mayor parte del reino nazarí, y tras la Toma de Granada, siguió siendo habitada por la misma población autóctona musulmana, y que hasta 1.501 sería denominada población mudéjar. En mayo de 1.492, Güéjar pasa a ser término y jurisdicción de la ciudad de Granada por orden de los Reyes Católicos. Durante los años posteriores a la Toma se dará un cierto respeto a los derechos mudéjares aunque con el tiempo fueron apareciendo diferentes disposiciones (como la prohibición de llevar armas) lo que originó el descontento mudéjar. Consecuencia de ello fue la fuerte emigración mudéjar a partir de 1.492 y la tensión de determinados barrios de la capital donde convivían ambas culturas. En 1.499 el Arzobispo de Toledo, Francisco Jiménez Cisneros, procede a la conversión al cristianismo por los helches (cristianos que habían renegado de su religión y se habían tornado musulmanes), lo que provocó la sublevación mudéjar. Este levantamiento tuvo lugar en Güéjar a finales de diciembre de 1.499, que junto con el de Pinillos fueron las únicas alquerías que se sublevaron en la vega de Granada. La Toma de Güéjar cita del 28 de enero de 1.500 y contó con la colaboración de algunos musulmanes que cedieron la fortaleza. Los 2.500 mudéjares de Güéjar, previamente bautizados, serían trasladados a Granada para su venta como esclavos. En 1.568 volvieron a sucederse sublevaciones moriscas que terminarían en la definitiva toma de Güéjar el 24 de diciembre de 1.569 tras meses de guerra. Una vez finalizada la etapa de rebeliones y levantamientos, y con la expulsión definitiva de los moriscos, en el s.XVI, Don Pedro de Deza mandó repoblar todas las tierras deshabitadas. En el s.XVII se construyó la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Rosario, de estilo renacentista, formada por una nave central y una torre, y de la que se destaca su artesonado mudéjar realizado en madera y las tallas de gran calidad que alberga. Al legado patrimonial también pertenecen: La Ermita de Nuestra Señora de las Nieves y la Fuente de los Dieciséis Caños.

 
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